viernes, 6 de marzo de 2009

Being a woman

For some people being a woman is being there in the underground, and being unable to see the top of the Big Ben, just because you must be under the ground.
Sí, cuando a veces te recuerdan tu género, ése que se celebra el domingo 8 de marzo, es para recordarte lo "propio" de ese género, y no valen feminismos, no valen reuniones de mujeres auto-halagándose, no valen cuotas, ni siquiera ministras embarazadas o que nunca lo estarán. Las cosas han cambiado en la superficie, pero no en el trayecto del suburbano. Te educan como a una persona, logras con mucho esfuerzo sacar una carrera adelante, un trabajo, para que en la siguiente parada de metro te pregunten si tus ovarios están listos para acoger un feto. ¿A eso se reduce todo? ¿A nuestro papel de úteros que se mueven por la sociedad disfrazadas de lo que no somos? De repente te recuerdan sin cesar qué género te acompaña desde siempre, y no te habías dado cuenta, pensabas que eras simplemente una persona que decide lo que quiere y lo que no quiere, pero no, ¿cómo vas a ser tan egoísta que rechazas tu papel reproductor? ¿Cómo privar a la sociedad de un útero más? Los efluvios del metro deben haberme afectado al cerebro. Sí. Pero es que ya está bien.
Regreso a la superficie. Y contemplo el Big Ben, y cogeré el metro de nuevo sólo si no me apetece caminar, si lo necesito. Y regreso a la frase: Quiero ser una drag queen. Decidir lo que pueda decidir, por mi misma. Ya está bien. Es que nunca la gente va a dejar a los demás ser lo que quieran ser, tomar sus propias decisiones, incluso equivocarse. Ahora toca ser mujer, pero mujer que se asocia a otras mujeres, que "decide", que habla, que escribe literatura o hace teatro, que va o viene, que habla. ¿Es que no lo ha hecho siempre? No la han dejado a menudo, y siguen sin dejarla, pero ahora no son sólo los oponentes de género. Hemos estado bajo la tierra masculina y ahora ha cogido un tinte femenino. Pero al final son las mismas presiones, tienes que ser lo que otros digan, el grupo, la sociedad, y las decisiones propias siguen viajando en metro, bajo tierra.
Prefiero subirme al campanario de ese enorme reloj y no escuchar más que soy un útero, soy muy consciente de qué tengo en mi interior, mis gónadas son femeninas, pero vale ya de recordarme que soy un épendorf en el que se mezclan células para dar lugar a algo que llena de orgullo a abuelos y tíos, recordarme de que soy una cuota, una buena acompañante muda para la esposa de un señor importante. Soy alguien que trabaja, que escribe aunque sean cosas como ésta, que tiene sus opiniones, que es una sosa por no gustarle el carnaval o por gustarme lo que me gusta, por tener gustos propios, que está ahí como si no estuviera, que lo único que parece hacer es simplemente ser una muda, o una cara-de-bull-dog, que rechaza "divertirse" según lo que unos consideran tal cosa, o "aburrirse"según lo que consideran otros. Quiero seguir siendo una mujer que quiere ser una drag queen, o lo que le apetezca ser. E incluso ser alguien que escribe estas cosas.

2 comentarios:

Ch dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=_DZ3_obMXwU

martello dijo...

Thank you very much.