sábado, 16 de mayo de 2009

The photographer without his camera


El fotógrafo sin su cámara. Parece que se enfada si le quitamos la cámara para que se vean los ojos.

3 comentarios:

C.P. dijo...

Y hasta le salen unos hierros por lo alto de la cabeza. Con estos seres mitológicos es mejor mantener las distancias o bien, sin más, yacer arrebujados a su vera

Francisco J. Lauriño dijo...

No son tal, vive Dios, que no tengo yo hierros ningunos que de la cabeza me salgan, sino que es más bien que se me ve la corona sobresaliendo en el lugar de los vapores que del caletre deberían estar saliendo, y así, evadense de tal guisa y en forma della, pues que no podía yo aquí disimular, estando como estaba en la Villa Y CORTE, mi natural monárquico, como se ve y habrá de ser fama de ahora en adelante. Vale.

C.P. dijo...

Lo que yo digo o corres pa salvate o te pierdes al lao de ellos.