viernes, 22 de mayo de 2009

Alan Bennett



Had it been only stories that didn't measure up the world it wouldn't have been so bad. But it wasn't only fiction that was fiction. Fact too was fiction, as textbooks seemed to bear no more relation to the real world than did the story-books.
 Writing Home

The best moments in reading are when you come across something - a thought, a feeling, a way of looking at things - that you thought special...particular to you. And here is it...set down by someone else, a person you've never met. Maybe even someone long dead. And it's as if a hand has come out and taken yours.

Hector, 

The History Boys


Alan Bennett

The author long waited for. Thanks Neil, Fer.

Sí. Cuando uno se encuentra con un autor así, con el estilo, la ironía, el sentido del humor que me recuerda al de alguien muy cercano, mucho, esa visión de la vida ácida pero sin dejar de un lado esa sonrisa que no es de complacencia sino de rebeldía, entonces, no se quiere llegar al final de la hoja, sino quedarse ahí durante un buen rato, masticando las palabras una y otra vez, y, al mismo tiempo, se quiere leer más y más, y no dejar el libro ni en el autobús, aunque el trayecto sea de cinco minutos, cinco minutos dan para mucho. 
Encontrarse con Bennett fue el verano en una ciudad en la que se respira literatura, y un mucho de vida, de esa de la que no quieres escapar. Después, de vuelta, vino el reencuentro de la mano de Rosa Montero que le dedicó un artículo a Bennett y su Dama de la Furgoneta. Y luego llegó Bennett en forma de libros traídos en avión, que no en épendorf de plata -no voy a dejar de escribir cosas raras, uno no puede escapar a lo que es-. Será mejor seguir leyendo Past and Present, porque el pasado y el presente son lo que son, una biblioteca para niños en la que los libros no tienen los lomos que deberían tener.

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