Viste de. No opines. Tienes útero. Sé social. Acude en grupo. Calla -que nadie sepa que te digo que calles, yo no he dicho nada. Piensa, pero así. No pienses. Ríete por lo que digo. Llora por el mundo. No tengas esperanza. Si no piensas así eres lo que rechazas ser. Escucha, escucha, escucha. Aplaude, aunque no quieras. No llores, te denigras. Sé como los demás. Disfrázate, baila al son que te toquen. Mira. No mires eso. Todos somos iguales -rara, pero igual. Asiente, no bajes la cabeza. No la subas demasiado. Piensa, así. Habla, así. Camina, así. Trabaja, así. Descansa, así. Algún día morirás como yo he dicho siempre.
-Mis padres nunca me han dicho qué pensar, qué decir, cómo caminar, cómo llorar, cómo callar. Tampoco me han dicho que soy una mujer. Tan sólo una persona. Vive y deja vivir. Tan sólo una persona, harta de tantas líneas que seguir de puntillas. Y siempre es mejor escuchar. Pero ya no se escuchan más que a sí mismos.
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