Y yo enjaulada
Lejos
peinando el cielo de murmullos
grises
como los sueños impensados
deseos incumplidos
realidad roída
náuseas de saciedad.
Lejos
dejando estos dedos volar
mientras se tiñen de barrotes
dormida libertad
cual noche solitaria
llantos que esconde
de éstos
mis ojos
que van tras la línea de humo,
lejos.
Súplicas del Viento. Hacia Irlanda
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