viernes, 12 de diciembre de 2014

Weird


Raros
Cinco de la mañana, y el sueño ya es cosa de ayer. A pesar de que el trabajo hecho parece pasar invisible por entre los pupitres que ni siquiera son pupitres sino mesas de oficina, vuelvo a ello, me gusta, pero eso no implica menos esfuerzo ¿a quién le importa? No son los ojos los únicos abiertos por aquí. Iko ha tardado medio segundo en seguirme. Cuida la cafetera de cerca. Mientras el ordenador despierta también a su vida de máquina, las carpetas a un lado, el estuche, que no es el de estudiante de primaria, ni de aquel BUP, tampoco de facultad, es otro más, heredero de aquéllos. Dejo la taza a un lado tras un segundo café, y aquí está él. Se sienta detrás del ordenador, es el primer paso de su rutina. Unos pasos más. Acomodado en mis rodillas. Lo cubro con una manta, como si su capa protectora contra el frío no fuera suficiente. Ilusos humanos. Ahí está, acurrucado, ronroneando a las caricias. No le importan las rarezas de las rodillas, no le importan las apariencias, ni los estereotipos ¿qué son esas cosas? Le importan las caricias, conoce mis manos, no son raras. Apreciaría si supiera qué son las horas de estudio, las horas de trabajo, el que detrás de la timidez hosca se esconda un humano que puede hacer o dejar de hacer lo que dictan las reglas no escritas de la rutina social, que pueda ser o no ser un animal social, pero que lo único que quiere ser, como él también, es un raro que decide meterse en una caja a dar clase o llenar la mesa de trabajo, pero lo decide él. No la normalidad de los demás.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Sunrise


Amanecer
Soy distinto del ayer, lo seré del mañana, pero soy. Mitad sombras, y mitad luz, como cada principio del día. Pero soy. Una hoja en blanco, un proyecto de fotografía, un ejercicio de cotidiana gramática. Pero soy, nubes y claros sobre un invisible entramado de pentagrama mudo. Y, aún así me rechazas, porque simplemente soy, y no soy lo que quieres, ni lo que escribes como normalidad y costumbre, porque no soy como han perfilado tus ojos cerrados a la apertura de otro día, diferente. Pero soy. No quieres mis nubes, ni mis claros y sombras, porque no las has pintado tú con tu mano ciega a otro amanecer que se pose sin querer ser cotidianidad deliniada en el vacío, en la ceguera, en la tiranía de la más vacua de las fecundidades. Pero soy, a tu pesar. Soy. Amanezco cada día.

viernes, 23 de mayo de 2014

Social


Clavan las palabras en la mesa, las miradas se vuelven escarpadas montañas. Se araña el aire, mientras se exhala. Y el aspirante se vuelve niebla sin entrañas. Socializa el vaso, el bolígrafo se vuelve inútil batalla, repiquetea el martillear de los asentimientos. Egocéntricas luciérnagas, despliegan sus plúmbeas alas. Monologan las sillas. El aprendiz escapa.

viernes, 9 de mayo de 2014

domingo, 4 de mayo de 2014

Shadow


Sombra, ni siquiera soy, para quien no sabe mirar, para quien no escucha mi silencio. Pero detrás de la luz respiro.