sábado, 6 de octubre de 2012

Alienating breathless air


No es sino la realidad arrebatada. La nada enajenada por el murmullo de otras ajenas realidades. Han apuñalado la hierba que sus pasos recorren, la realidad irrealizable, han confiscado los nenúfares en una urna de viejas conocidas obviedades. ¿Por qué no dejar respirar al aire que les es ajeno, por qué empeñarse en cubrirlo de realidades pintadas por la asfixia, por qué? Los nervios del agua reclaman el acero de los puñales, realidad ajena, se pierde el contacto con el aire. No ha florecido el sueño de hallarse en otro estanque. Este mismo lecho de nenúfares. Y mientras el ave encuentra la locura de la soledad concurrida. Las venas de los nenúfares yacen muertas. 

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