lunes, 29 de octubre de 2012

Toledo

Sólo el murmullo de la piedra, el abrigo del tiempo, los diálogos de los ojos de los gatos y los objetivos de las cámaras, el hablador silencio, la soledad acompañada por las ventanas y puertas cerradas al despertar de la mañana. Toledo.

sábado, 20 de octubre de 2012

A dear friend


Luis Cernuda

A UN POETA FUTURO 

No conozco a los hombres. Años llevo 
De buscarles y huirles sin remedio. 
¿No les comprendo? ¿O acaso les comprendo 
Demasiado? Antes que en estas formas 
Evidentes, de brusca carne y hueso, 
Súbitamente rotas por un resorte débil 
Si alguien apasionado les allega, 
Muertos en la leyenda les comprendo 
Mejor. Y regreso de ellos a los vivos, 
Fortalecido amigo solitario, 
Como quien va del manantial latente 
Al río que sin pulso desemboca. 

No comprendo a los ríos. Con prisa errante pasan 
Desde la fuente al mar, en ocio atareado. 
Llenos de su importancia, bien fabril o agrícola; 
La fuente, que es promesa, el mar sólo la cumple, 
El multiforme mar, incierto y sempiterno. 
Como en fuente lejana, en el futuro 
Duermen las formas posibles de la vida 
En un sueño sin sueños, nulas e inconscientes, 
Prontas a reflejar la idea de los dioses. 
Y entre los seres que serán un día 
Sueñas tu sueño, mi imposible amigo. 

No comprendo a los hombres. Mas algo en mí responde 
Que te comprendería, lo mismo que comprendo 
Los animales, las hojas y las piedras, 
Compañeros de siempre silenciosos y fieles. 
Todo es cuestión de tiempo en esta vida, 
Un tiempo cuyo ritmo no se acuerda, 
Por largo y vasto, al otro pobre ritmo 
De nuestro tiempo humano corto y débil. 
Si el tiempo de los hombres y el tiempo de los dioses 
Fuera uno, esta nota que en mí inaugura el ritmo, 
Unida con la tuya se acordaría en cadencia, 
No callando sin eco entre el mudo auditorio. 

Mas no me cuido de ser desconocido 
En medio de estos cuerpos casi contemporáneos, 
Vivos de modo diferente al de mi cuerpo 
De tierra loca que pugna por ser ala 
Y alcanzar aquel muro del espacio 
Separando mis años de los tuyos futuros. 
Sólo quiero mi brazo sobre otro brazo amigo, 
Que otros ojos compartan lo que miran los míos. 
Aunque tú no sabrás con cuánto amor hoy busco 
Por ese abismo blanco del tiempo venidero 
La sombra de tu alma, para aprender de ella 
A ordenar mi pasión según nueva medida. 

Ahora, cuando me catalogan ya los hombres 
Bajo sus clasificaciones y sus fechas, 
Disgusto a unos por frío y a los otros por raro, 
Y en mi temblor humano hallan reminiscencias 
Muertas. Nunca han de comprender que si mi lengua 
El mundo cantó un día, fue amor quien la inspiraba. 
Yo no podré decirte cuánto llevo luchando 
Para que mi palabra no se muera 
Silenciosa conmigo, y vaya como un eco 
A ti, como tormenta que ha pasado 
Y un son vago recuerda por el aire tranquilo. 

Tú no conocerás cómo domo mi miedo 
Para hacer de mi voz mi valentía, 
Dando al olvido inútiles desastres 
Que pululan en torno y pisotean 
Nuestra vida con estúpido gozo, 
La vida que serás y que yo casi he sido. 
Porque presiento en este alejamiento humano 
Cuan míos habrán de ser los hombres venideros, 
Cómo esta soledad será poblada un día. 
Aunque sin mí, de camaradas puros a tu imagen. 
Si renuncio a la vida es para hallarla luego 
Conforme a mi deseo, en tu memoria. 

Cuando en hora tardía, aún leyendo 
Bajo la lámpara luego me interrumpo 
Para escuchar la lluvia, pesada tal borracho 
Que orina en la tiniebla helada de la calle, 
Algo débil en mí susurra entonces: 
Los elementos libres que aprisiona mi cuerpo 
¿Fueron sobre la tierra convocados 
Por esto sólo? ¿Hay más? Y si lo hay ¿adonde 
Hallarlo? No conozco otro mundo si no es éste, 
Y sin ti es triste a veces. Ámame con nostalgia, 
Como a una sombra, como yo he amado 
La verdad del poeta bajo nombres ya idos. 

Cuando en días venideros, libre el hombre 
Del mundo primitivo a que hemos vuelto 
De tiniebla y de horror, lleve el destino 
Tu mano hacia el volumen donde yazcan 
Olvidados mis versos, y lo abras, 
Yo sé que sentirás mi voz llegarte, 
No de la letra vieja, mas del fondo 
Vivo en tu entraña, con un afán sin nombre 
Que tú dominarás. Escúchame y comprende. 
En sus limbos mi alma quizá recuerde algo, 
Y entonces en ti mismo mis sueños y deseos 
Tendrán razón al fin, y habré vivido

sábado, 6 de octubre de 2012

Alienating breathless air


No es sino la realidad arrebatada. La nada enajenada por el murmullo de otras ajenas realidades. Han apuñalado la hierba que sus pasos recorren, la realidad irrealizable, han confiscado los nenúfares en una urna de viejas conocidas obviedades. ¿Por qué no dejar respirar al aire que les es ajeno, por qué empeñarse en cubrirlo de realidades pintadas por la asfixia, por qué? Los nervios del agua reclaman el acero de los puñales, realidad ajena, se pierde el contacto con el aire. No ha florecido el sueño de hallarse en otro estanque. Este mismo lecho de nenúfares. Y mientras el ave encuentra la locura de la soledad concurrida. Las venas de los nenúfares yacen muertas.