sábado, 17 de septiembre de 2011

Autumn tale in Dublin II


Again, knocking on emptiness, again. No time for being characters in a tale, in a never-written postcard home -where has home been left?- But we would be characters in a near future, spots in a fake writer's head  or is it a fake future? There we were again, knocking on a fake door. And meanwhile so cold out there, who cares when nobody knows, who cares for the emptiness of a near future, or for a pair of characters that do not want to be, just that, characters. On walking we went, slippery floors because of the invisible tears of a fake writer. Who cares if knobody knows. We began to tell a tale on the cold slippery floor of a real station. We became characters, the characters.

De nuevo, llamando a a la puerta del vacío, de nuevo. No hay tiempo para personajes de cuento, en una postal nunca escrita a casa -¿dónde ha quedado la casa?- Pero seríamos personajes de un futuro próximo, puntos en la cabeza de un escritor falso ¿o es un futuro falso? Ahí estábamos de nuevo, llamando a una puerta falsa. Y, mientras tanto, qué frío ahí fuera, ¿a quién le importa cuando nadie lo sabe, a quién le importa el vacío de un futuro próximo, o un par de personajes que no quieren ser, simplemente eso, personajes. Continuamos caminando, sobre suelos resbaladizos a causa de las invisibles lágrimas de un escritor falso. ¿A quién le importa si nadie lo sabe? Comenzamos a contar un cuento sobre el frío y resbaladizo suelo de una estación real. Nos convertimos en personajes, los personajes.

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