sábado, 15 de diciembre de 2012

My job, my passion, my job


Cinco y media de la mañana. Llevo removiendo en mi cabeza el momento de levantarme toda la noche, temiendo dormirme, y, mientras, pensando en las clases de mañana, en el trabajo por acabar. Ico vigila la cafetera con curiosidad diaria. No tarda en iniciarse el ordenador -gracias a mi padre puedo trabajar con uno nuevo, porque el otro, regalo también de toda la familia, ya anda perezoso-, el correo está inundado de alertas académicas, nuevos artículos de lingüística, de metodología, nuevos-viejos avances, por leer. Ico tuerce la cabeza y avisa del café en ebullición. Me sorprende comprobar que vuelvo a los desayunos de mi madre, de  mi abuela, pan con café. No más tiempo que perder. Material para las clases virtuales ¿hay alguien ahí? ¿no hay respuesta? Nuevas ideas para las clases reales, lista de materiales en reserva. De vuelta a los artículos académicos, sueño que despierta, ambivalencia, Ico que se esconde y me mira detrás de la pantalla, borroso. Rítmicamente la tetera se va rellenando con agua, y, mientras se espera su silbido acompasado, otro vistazo a muchas citas, que se convertirán en un espejo reflejando otro espejo, y otro más. Notas, siguiendo cuidadosamente el manual de elaboración del estudio. Ya está hablando el agua, y este olor me habla idioma del pasado, que es presente, que quiero sea futuro. Cómo pasa el tiempo. Hora ya de repasar el guión de las clases, reales, no virtuales. Mañana y tarde hoy. Salgo de casa y ya no respiro, voy con retraso, copias, copias, porque se exige la constancia de las palabras dibujadas sobre un papel. ¿Es suficientemente atrayente la clase de hoy? ¿Está bien organizada, bien documentada? ¿Se han anticipado las dudas, se han resuelto? ¿Han disfrutado y aprendido? No respiro, qué frío. De vuelta a casa, me gusta el invierno, me gusta este trabajo, ¿por qué se piensa que porque se disfrute con un trabajo, porque se apasione uno con un trabajo, éste se convierte en un pasatiempo, en dejar que el tiempo transcurra sin preocupación, sin dolor de cabeza, sin falta de sueño? ¿Por qué no se valora que se dedique también el tiempo de pasatiempos en el trabajo? 
Se valoran las palabras encendidas contra la cotidianidad aburrida, se valoran las voces altisonantes, se valoran los puños reafirmando las ideas, se valoran los maletines vacíos que visten de hipocresía, se valoran las citas preparadas para la ocasión, se valoran las cartas de recomendación, se valoran los títulos escritos en un perfil virtual, se valoran las sonrisas incómodas pero sonrisas, se valoran las reuniones para socializar, se valora figurar en una lista de qué-sé-yo-qué-sabe-nadie-qué. Se valora ...
Qué mundo tan hipócrita y tan vacío a veces. 
Ico, mira desde detrás de la pantalla. Ha merecido la pena el día, aunque él sea quien valora que le llene su platito de comida y juegue con él a las canicas. Ah, ya tengo lleno el correo de alertas académicas, materiales nuevos para las clases, y ... Ico, no me muerdas.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Panic


Pánico 

Sobre un tejado, las chimeneas firmemente agarradas, mirando la inmensidad del espacio que no quieres llenar con tu desesperación, tal vez rabia, y ambas cosas lejos del verdadero conocimiento. Sin escuchar ruido alguno que se modula para tus oídos, palabras repetidas, sólo se vislumbra el suelo. Firmes las chimeneas se deslizan por tus dedos, el tejado se adhiere al aire. Las ventanas alrededor observan, divertida curiosidad, hastío tal vez, desprecio incluso. Escuchan las contraventanas de la paradoja. Gritos en seco en el hemisferio equivocado. Pánico. Miras la silla a la que te agarras con fuerza, no es una chimenea, y el suelo parece arder bajo los zapatos retorcidos. Estupidez representada por la inmediatez de la palabra pública.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Frost


Ríen, ríen los vientos artificiales del ventilador, ríen las bocas que no descansan. Mastican la escarcha. Y, mientras, congelan el oxígeno, que se clava en las gargantas ajenas. Articulan palabras, repeticiones gráficas de carteles de viejas películas que han quedado desdibujados por la reiteración de los tiempos. Ríen, ríen, repiten las muecas ensayadas, ríen, ríen. Las gargantas desgarradas por la escarcha anhelan gritar, secos alaridos, sordos llenos de palabras. Teatro de una mañana de diciembre cubierta de rocío helado.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Winter


La ausencia de palabras trajo el desconcierto. Invierno vestido de árboles desnudos de hojas, los frutos esperando el abrigo del silencio. Se inunda el valle de pesadumbre ¿Por qué no escucha nadie el silencio de las ramas rotas, de las hojas ya muertas, de los frutos podridos? Ríen, ríen, ríen. No escuchan. ¿A quién le importa la disección del aire en rimas blancas, en no-rimas? ¿A quién le importa el silencio de las ramas rotas, de las hojas muertas, mientras los frutos podridos ya no huelen, tan sólo desaparecen? Invierno de palabras reflejadas en un espejo. ¿Por qué a nadie le importa la rima de los árboles desnudos de nuevos frutos? ¿Por qué llega el invierno y nadie quiere escuchar su pisada tranquila, acompasada en un ritmo invisible, helado por la desesperación que otras estaciones le han prestado como abrigo? Hablan, hablan, y ni siquiera respiran. Los frutos rojos han dejado de ser frutos. Invierno.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Stepped-aside voice


A un lado, la voz apartada

Hablar, para qué, hablar, qué decir. 
-No quiero escuchar mi voz, mi estúpida voz. Escucho, escucho, hablar.
Escuchar, el sonido del silencio, escuchar.
-Sólo quiero escuchar, que me dejen vivir el silencio. No quiero hablar.
Hablar, hablar, escuchar, silenciar las ganas de gritar, de huir, de existir, existir en el silencio. Huir del ruido.
-No quiero hablar. Quiero escuchar, sólo cuando hablas, hablas, hablas. Quiero escuchar. Vivir el silencio.
Silenciar las frases hechas, los cumplidos, las palabras no deseadas, fingidas, silenciar los discursos preparados, silenciar el ruido.
-Estúpida voz que se empeña en asentir la no-deseada confirmación de atención. Estúpido discurso, imposible conversación.
Pisoteado el silencio. Huir, huir, huir. Existir, liberado el silencio, a un lado, la palabra.